miércoles, 14 de abril de 2010
Bestiario
I)
Mi sombra regenera su suerte
De ser aquelarre de mis heces,
De ser boca que traga mi llanto sudado.
Ya me desprendo de palabras con cornisas,
Ya me abrazo a oxígenos trémulos en un - engaño preciso.
Yo, él
Nosotros, vosotros
Ellos, Yo.
Naceres descartables…
Albores de muerte…
Mi vida entera.
La noche jugará a ser carmesí
Sin olvidar su inmenso miedo.
II)
Negrea un silencio de ligera pesadez
Entre las javas espiraladas de la cúpula;
ya presagio una vida refregándose de locura
La palabra
Muda
Se detiene en su tránsito
Simula aquellos pájaros en ascendidas –oblicuas de plata
A esos pájaros sin canto
Escondidos en las alturas de la cúpula - oscura.
III)
Mi poema se escribe al otro lado de las celosías del silencio,
En las espaldas del aire, espesa y desnuda.
Mi poema es un punto hueco
Vacío
Sin corazón de terciopelo.
Acaso su letra sea un delirio huraño y diminuto
Reverberando en el tráfago de pálidos grises;
Acaso sus palabras sean linfas de un tiempo muriente
que enredan con manos pueriles
Los huérfanos átomos del aire
Acaso su verso sea un ojo de la tarde
Oculto tras mis manos que se añejan
Acaso el poema
Sea mi cuerpo hecho pincel
Abigarrando lívidas peras
En olmos de sangre.
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