Fue cuando nos extraviamos en tinieblas;
Acogimos al viento negando nuestro llanto
- ¡Oh hermanos! ¡Es Hoy que sigo sus lágrimas!-
Le dimos lugar en nuestros dulces prados
Luego entre nuestros cuerpos tibios y desnudos.
Le dimos un nombre y lo hicimos caricia
¡Miradlo ahora agazapado en el punto ciego
De nuestra gracia!
miércoles, 14 de abril de 2010
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Maravilloso juan
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